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lunes, 14 de diciembre de 2009

Derecho al matrimonio.


En nuestro país México, en su Ciudad Capital, se votará la próxima semana si se autorizan las bodas entre individuos del mismo género con altas probabilidades de ser aprobadas. Las voces intolerantes de siempre empezando por la "jerarquía" de la superstición católica aduce que esa medida atenta contra la familia ya que las parejas homosexuales no pueden procrear y se oponen a que esas parejas adopten y crien. Hay parejas heterosexuales que deciden no procrear, ¿atentan contra la familia?; hay parejas heterosexuales que teniendo hijos, viven en un ambiente de permanente desaveniencia y hasta violencia dañando severamente a los niños al tiempo que hay parejas homosexuales que educan a sus hijos adoptivos en perfecta armonía y valores. Por otro lado, la orientación sexual no es algo que se aprenda o se contagie. ¿Por qué razón si no entonces, todos o casi todos los homosexuales nacieron y fueron criados en el seno de familias heterosexuales, en sociedades mayoritariamente heterosexuales y no los "convencieron"?. Aplaudimos a nuestros legisladores en la Ciudad de México que con ánimo progresista y ajenos a dogmas y visiones homófobas reivindican un derecho que había estado negado a la minoría gay.

ALFONSO ROMERO







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